Lavavajillas
Los lavavajillas son a la hostelería lo que el aire acondicionado a un coche: no se entiende ya sin él.
Hay un lavavajillas (por lo menos) en cada bar, cafetería, restaurante, chiringuito, merendero o cualquier otro negocio de hostelería. Estas máquinas son imprescindibles en establecimientos por los que transitan cada día cientos de personas, que dejan platos, cucharas, vasos, etc. sucios y que necesitan quedar limpios rápidamente para ser usados nuevamente.
La rotación de clientes que se da en los negocios de hostelería obliga a contar, por un lado, con una vajilla suficiente para poder atender a todas las personas que entren en nuestro establecimiento y, por otro, con máquinas que puedan lavar toda esa vajilla de forma rápida y eficaz para que se pueda ofrecer a otros clientes.
Hay varios tipos de lavavajillas en el mundo de la hostelería: lavavasos, muy útiles para el mundo de los disco bares y del ocio nocturno; lavaplatos, usados casi siempre por restaurantes; lavautensilios, en los que puedan entrar objetos de grandes dimensiones; y lavavajillas propiamente dichos que lo mismo lavan vasos, platos, cubiertos, etc.
Los lavavasos los encontramos casi siempre en establecimientos asociados a la noche ya que discotecas, pubs y otros locales de ese estilo apenas sirven otra cosa que no sean bebidas, por lo que sólo se necesitan vasos. Eso sí, la rotación en esos negocios es brutal y necesitamos lavavasos muy rápidos y eficientes que estén en uso constantemente y dejen vasos perfectamente preparados para ser reutilizados de nuevo nada más salir de la máquina.
Los lavaplatos, por su parte, son perfectos para restaurantes ya que cada comensal que acuda a comer nos va a dejar, por lo menos, tres platos sucios, además de aquellos en los que se sirvan las raciones. Un restaurante necesita un lavaplatos de gran capacidad que limpie en pocos minutos tandas de platos para volver a ser usados. Así una y otra vez.
En el caso de los lavautensilios, también suelen estar reservados para los restaurantes ya que son las cocinas profesionales donde se utilizan objetos de grandes dimensiones que no entrarían en otras máquinas de lavado. Grandes ollas, cacerolas, etc. necesitan de espacios de lavado acordes a sus dimensiones para poder utilizarlos de nuevo rápidamente.
Y los lavavajillas de toda la vida se suelen ver en los bares y cafeterías donde lo mismo ponen un café o una caña que sirven un desayuno o una merienda. Necesitan máquinas donde haya espacios para vasos, platos, cubiertos, etc. y que laven todo a gran velocidad para volver a usarse.
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