Armarios expositores refrigerados y congelados
Armarios expositores
Los armarios expositores se usan tanto en las cocinas como en la propia área del restaurante para mostrar nuestros productos.
Disponer de armarios expositores en nuestro negocio de hostelería es muy útil ya que podemos usarlos bien para mantener refrigerados en la cocina algunos productos que necesitan de frío antes de ser cocinados o servidos o bien para colocarlos en la zona del restaurante para que los clientes puedan verlo desde las mesas y observar los productos que queremos destacar.
Los hosteleros colocan estos armarios expositores refrigerados con los productos más destacados de nuestra carta. Así, es habitual ver buenos cortes de carne, pescados salvajes o, lo que es más común, dulces con un aspecto delicioso que parecen estar deseando que los pidas en el postre.
Estos armarios expositores son una herramienta que, además, ahorra energía ya que al ser acristalados permiten ver a través de ellos por todas las caras y no es necesario que los clientes abran las puertas y, por tanto, que haya una pérdida de frío. Sólo necesitarán ver el interior, elegir la carne, pescado o postre que desean y encargárselo al camarero.
Armarios expositores dentro de las cocinas
Si es habitual que muchos restaurantes coloquen los armarios expositores en la sala junto a las mesas para que sus productos ganen en visibilidad, también es normal su uso en las propias cocinas, ya que es donde los cocineros necesitan contar con neveras frigoríficas para guardar los alimentos hasta que se ordenen desde el comedor.
Los bares y restaurantes que cuentan con este tipo de armarios expositores suelen disponer de más de uno para no mezclar los olores de carnes y pescados y que pueda afectar posteriormente a su sabor al servirse a los clientes.
Además, si cuentan con postres caseros que necesitan de refrigeración también suelen ocupar su propio armario expositor, ya que no deben mezclarse con alimentos frescos como carnes o pescados. Además de los olores propios de estos productos también se corre el riesgo de que se mezclen gérmenes o bacterias que contienen los productos frescos antes de ser cocinados y que pudieran contaminar los postres ya preparados para servir.
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